Como es habitual en mayo, este martes es el Día Mundial del Asma, una enfermedad crónica que tiene mayor prevalencia en la niñez. En diálogo con la diaria, Lucía Fernández, profesora adjunta de la Cátedra de Neumología de la Facultad de Medicina de la Universidad de la República, profundizó en los objetivos de este año y en algunas cifras regionales, ya que en Uruguay no hay un registro actualizado sobre la enfermedad y los datos disponibles son de 2008.

El asma es una inflamación en los bronquios que afecta a entre el 5% y 10% de las personas, aunque la incidencia varía según cada país. “Es importante” tener en cuenta la inflamación porque al tratarse de una enfermedad de este tipo su tratamiento debe incluir un fármaco antiinflamatorio, por ejemplo, corticoides inhalados. Lo que sucede, según indicó Fernández, es que “muchas personas se medican sólo con broncodilatadores”, los cuales abren los bronquios, pero “sin un corticoide los síntomas persisten”.

La especialista remarcó la importancia de dar a conocer que se trata de una enfermedad crónica que no se cura, es decir, que prevalece y que aunque a veces esté “en remisión” durante algunos años, seguramente luego de la adolescencia, en la adultez “se van a volver a presentar los síntomas”.

Lo segundo que se busca comunicar en esta fecha es la importancia de la adhesión al tratamiento y que “no se puede suspender” de un momento a otro, porque de hecho a veces se trata de tratamientos a los cuales hay que adherir en forma diaria. A su vez, durante el proceso, es fundamental saber cuál es la técnica correcta de uso del inhalador, que “no es como un fármaco que alcanza con ingerir”. “El porcentaje de población que sabe cuál es el uso correcto es baja”, comentó la especialista.

Los tratamientos pueden aplicarse a demanda, es decir, según cómo se presentan los síntomas, pero esto sucede sólo en personas con asma “muy leve” y en general se necesita un tratamiento diario.

“La mayoría de las personas tienen asma alérgica, por lo tanto los desencadenantes son alérgenos inhalados”, explicó Fernández. Los más frecuentes son los ácaros del polvo, la humedad, los pólenes y algunos animales. En estos últimos la alergia no la provoca el pelo del animal sino “una caspa que los gatos y perros tienen presente en su piel”. También pueden generar síntomas otros estimulantes no alérgicos, como la exposición al humo de tabaco y a olores fuertes o las infecciones respiratorias.

Según Fernández, una vez que se diagnostica la enfermedad es importante adquirir algunas conductas que, junto a una correcta adhesión al tratamiento, permiten tener una “buena calidad de vida”. Una de estas conductas, “contrario a lo que se cree”, es el ejercicio físico: con la enfermedad “bien tratada” el ejercicio físico “es bueno, y está comprobado que con ejercicio regular los pacientes presentan menos síntomas, menos descompensaciones y mejor calidad de vida”, resaltó.

Este martes a las 10.30 en el hospital Maciel habrá una actividad en la que se abordará el vínculo entre esta patología y el ejercicio físico.

Semana de la Neumología Pediátrica

Uno de los lugares en los que se centraliza la atención de los pacientes pediátricos con asma es el Servicio de Neumología Pediátrica del hospital Pereira Rossell. El servicio está orientado a pacientes de todo el país menores de 15 años, aunque en algunos casos puntuales se brinda atención hasta los 18 años. En el hospital pediátrico se desarrollará una actividad de concientización sobre el asma, este martes, a las 11.00.

Según datos a los que accedió la diaria, en 2023 asistieron al servicio aproximadamente 5.000 pacientes, la mayoría menores de cinco años. En general, cada año ingresan al servicio 800 niños y niñas, un promedio de 150 por semana. Allí se brinda asistencia médica a múltiples patologías vinculadas con la especialidad, más allá del asma.

La Semana de la Neumología Pediátrica es parte del Día Mundial del Asma y por ello los especialistas del servicio también resaltan que “los problemas universales y claves” sobre los que se requiere educación son el diagnóstico insuficiente o inexacto, el uso insuficiente de corticosteroides inhalados antiinflamatorios y el uso excesivo o la dependencia excesiva de los inhaladores “de acción corta”, es decir, aquellos que se inhalan para calmar síntomas en brotes críticos.

Agregan que en los países de ingresos medianos-bajos la falta de disponibilidad de medicamentos inhalados y especialmente de inhaladores que contienen corticosteroides es un factor importante, que contribuye al hecho de que más de 90% de las muertes por asma ocurran en esos países.